La madurez no se improvisa. Exige un esfuerzo, un trabajo psíquico considerable. Necesita un clima afectivo bueno: Haber sido deseado, amado, respetado. Haber tenido buenos modelos con los que se hayan producido saludables identificaciones, capaces de dialogar, escuchar, corregir, compartir, acompañar, disfrutar, abrir la mente al interior y al mundo. Los aspectos primarios de la […]
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