Una elección necesaria: hechos clínicos y teoría

En este video, me dirijo especialmente a psicólogos y psiquiatras, tanto jóvenes como mayores, ya que considero que el dilema que se nos presenta en la clínica es relevante para todos. Surge la pregunta: ¿Debo basarme en los hechos clínicos que experimento personalmente o en las teorías construidas por otros profesionales, como el psicoanálisis de Freud o el conductismo de Pavlov?

Es importante entender que una teoría es una inferencia, una abstracción que surge de los hechos clínicos. Si una teoría no refleja estos hechos clínicos, se convierte en una teoría especulativa o de otro tipo, no clínica. Por lo tanto, debemos decidir: ¿Nos enfocamos en los hechos clínicos y extraemos conclusiones para nuestro trabajo, o seguimos las teorías de diferentes autores?

Permítanme compartir mi propia experiencia. Durante mis estudios de psicología, tuve la oportunidad de participar en seminarios de psicoanálisis y realizar mi propio análisis personal. Sin embargo, con el tiempo, empecé a sentir un malestar. Lo que escuchaba no conectaba con lo que sentía internamente, mis emociones, mis conflictos, mi propia patología. Esto me llevó a dedicar un año entero a analizar esta situación y escribí un extenso trabajo al respecto.

Después de graduarme, comencé a ver pacientes en mi propia clínica. Decidí centrarme en los hechos clínicos que observaba diariamente, en las historias de mis pacientes y en buscar sentido en ellas. Durante las sesiones, me esforcé por comprender y dar sentido al discurso de mis pacientes, tanto a nivel consciente como inconsciente. También aprendí la importancia de la prudencia y la escucha atenta durante las sesiones, evitando interrumpir o apresurar el proceso.

En resumen, mi enfoque se basa en los hechos clínicos y en buscar sentido en ellos para comprender las patologías y ayudar a mis pacientes. Cada día me sumerjo más en esta perspectiva y encuentro valor en ella para mi trabajo clínico.