Pensar que cuando se sale de la facultad uno está preparado para ser psicoanalista en un gran error. Nuestra tarea es compleja y requiere una formación mucho mayor. El conocimiento del encuadre externo e interno, la relación con el paciente, el abordaje de todo tipo de dificultades,, estructuras y patologías, el análisis de las resistencias, la confrontación, aclaración e interpretación no son tareas fáciles.
Llegar al inconsciente para conocer todo aquello que es desconocido y que produce tantos síntomas y sufrimiento requiere formación y experiencia. Los nuevos psicoterapeutas deben acudir a las Asociaciones e Institutos de Psicoanálisis para recibir allí una formación específica. Las supervisiones de casos y sobre todo el psicoanálisis personal son requisitos in dispensables para una adecuada formación.
Desde aquí animo a los nuevos psicoterapeutas a emprender tan bella y hermosa tarea.
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