En este video, reflexiono sobre la importancia de los impulsos en nuestra vida. Los impulsos son una parte crucial de nuestra realidad, tanto biológica como psicológica, y aunque a menudo tienen mala fama, en realidad son una fuerza poderosa y sabia que busca descargarse en el mundo exterior para lograr un fin, como reducir el estrés o alcanzar una sensación de calma.
Sin embargo, muchas veces tomamos el impulso como si fuera la totalidad de nuestra experiencia, y ahí es donde cometemos errores. Es importante reconocer que el impulso es solo una parte; la otra parte es cómo lo dirigimos hacia el mundo externo. Es como si fuéramos una máquina poderosa que necesita un conductor inteligente. Si no canalizamos los impulsos de manera adecuada, podemos estropear nuestras relaciones y situaciones.
Tenemos todo tipo de impulsos: sexuales, agresivos, narcisistas, y vinculares (relacionados con la conexión íntima con los demás), y aunque estos impulsos son normales y forman parte de nuestra naturaleza, deben ser acompañados por nuestra inteligencia y habilidades para manejarlos bien.
A veces reprimimos nuestros impulsos, lo cual puede ser bueno si lo hacemos con la intención de procesarlos más tarde, pero si los ignoramos o reprimimos de forma incorrecta, pueden retornar de manera destructiva en momentos inapropiados.
Además, vivimos en una sociedad que manipula nuestros impulsos, especialmente a través del «mercado» que fomenta ciertos comportamientos sin que lo notemos. Por ejemplo, la sexualidad a menudo se promueve sin reflexión ni conexión con el conocimiento.
En resumen, es vital que aprendamos a ser artistas de nuestros impulsos, que utilicemos nuestra inteligencia para canalizarlos hacia la creación de un mundo mejor, más armonioso y humano. Al fin y al cabo, el desarrollo pleno de nuestra naturaleza humana es el objetivo más importante de nuestra vida.