El “loco” históricamente ha sido aquel en quien se depositaba la locura para no enterarse de la locura propia. Es infinitamente más grave la locura de la normalidad que la locura del “loco”. Una sociedad que no hace un buen diagnóstico de su locura está condenada a repetir y a aumentar sus errores día tras día con el consiguiente riesgo.
Hoy a la locura le llamamos psicosis y es una enfermedad grave que se produce en unas condiciones relacionales concretas y que no es ningún misterio. Muchos intereses económicos quieren tapar y desconocer la locura con buenas dosis de quimioterapia. Ciertamente que está es necesaria pero su uso debe supeditarse y subordinarse a la psicoterapia para a través de ésta recuperar a los pacientes. La sola medicación deja un saber escondido y reprimido sobre el sujeto que le imposibilita para desalienarse y convertirse, todo lo que sea posible, en un ser libre y responsable.
Esta sociedad basada en el capital, en el dinero, en el dominio de unos pocos sobre la gran mayoría, en estructuras y relaciones de dependencia económica y psicológica produce una constante y sostenida locura en todos nosotros no permitiendo conocernos, relacionarnos con respeto y construir entre todos la sociedad de la responsabilidad y la libertad. Aquellos que ya tienen una mente y una ideología corrupta dicen que esto es utópico para desacreditar el proceso de desalienación y seguir manteniendo a través de la locura una sociedad manipulable para perpetuar el dominio y las injusticias.
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Estimado Julián: Me parece muy sería esa idea de que la locura “se asigna” y la del “personaje estipulado.” En esta gran obra que representamos se nos asignan personajes que ejecutamos creyendo ser nosotros mismos. El papel que cada uno realiza cada día tiene movimientos bastante precisos. Vivimos en un delirio dando a la vida un significado y sentido desde la condición de esclavos. Muchos no sabrían que hacer si les quitarán las cadenas, ¿Qué es la libertad? Nos gusta tener un amo que nos libere del peso de tener que construir el camino. Romper las cadenas del pensamiento y las condiciones alienantes puede costar la vida. Freud, por ejemplo, puede ser un amo cuando se utiliza para liberarte del trabajo psíquico de pensar los hechos, construir hipótesis y verificarlas. Otra cosa es utilizarlo como un edificio que cada día, en el trabajo clínico, uno tiene que confirmar o desmentir.
La sociedad, la cultura, todo el entramado del mundo debe estar al servicio del hombre. Jesús de Nazaret se enfrentó a los amos de su tiempo deshaciendo todos los entresijos de su poder y mentira; ahora bien, esto le costó la vida: “El sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.”
Amigo Julián, la libertad la ganamos cada hora, cada día cuando nos liberamos del personaje para ser radicalmente nosotros mismos.
Un abrazo.
Como lo has mencionado la “locura” es uno de los resultados del tejido social. Haciendo un agujero para poder pensar fuera de esta burbuja (sociedad) logramos argumentos neutrales y más justos.
Los paradigmas sociales y culturales establecen un sólido dictamen en cuanto a desorden mental, en medio de todas sus evidencias acerca del tema han olvidado blindarse de racionalizar. Caemos en el afán de la verdad, ocasionamos y organizamos resultados. La fama, la grandeza y el reconocimiento también contaminan la mente de los científicos, psicólogos e investigadores, personas en la que confiamos…
(Eso es lo que he admirado de tus ideas, que no tienes miedo a fallar, que buscas la verdad y no crearla…)
No sé si se trate únicamente de algunos entornos y culturas (aún falta viajar e investigar más) pero he notado que la locura se asigna, llevo tiempo en el mundo de la educación inicial desde una ubicación neutra únicamente con el fin de aprender, y he notado que muchas veces por características físicas como; sordera, invalidez, y demás limitaciones de carácter físico el entorno inmediato crea ese sentimiento de inferioridad, algunos más ignorantes los califica como “loquitos”… aun por temas de timidez, forma de ser y demás elecciones fuera del estándar sufren el mismo trato. Lo peor es que estos niños se lo creen y van adoptando su papel en la sociedad. He visto lo inteligentes que son y las capacidades que tienen, sin embargo no lo expresan ya que se saldrían de su personaje estipulado, además he notado que con el tiempo les gusta esa posición, se acomodaron a ella y es mucho más fácil seguir porque cambiar significaría mucho trabajo, muchos cambios y no hay cosa peor que los cambios (miedo a lo desconocido)
En fin… no sé si realmente como sociedad estemos dispuestos en asumir el trabajo que representaría mejorar, es más cómodo seguir así… sin embargo creo que un pequeño grupo ha decidido trabajar duro con el fin de sentir la emoción de la libertad, esa que se descubre al ver la vida y la muerte como referente real de lo que somos y podemos…
Un saludo Juan y Gracias por el vídeo