La adolescencia puede ser un momento muy delicado en la evolución del ser humano y al mismo tiempo una gran encrucijada. La razón de ello, reside en que esta etapa tenemos la última oportunidad para que la reorganización de nuestra personalidad adquiera una consistencia y una integración adecuadas. Es en este momento y no otro donde se reúnen las condiciones biológicas, sociales y psicológicas para que se produzca esta disyuntiva bien de reorganización de nuestra identidad y por tanto de salud mental o por el contrario de peligrosidad y activación de las diferentes patologías…