Las personas que nos dedicamos al cuidado de otros, estamos tan pendientes de nuestros pacientes que a veces se nos olvida nuestro propio límite emocional.
Estamos tan confiados con nuestro conocimiento que nos convertimos en ciegos hacia nuestro reflejo, nos olvidamos de nuestra propia capacidad de carga emocional.
Debemos ser capaces de reconocerlos abiertamente nuestro malestar emocional para aliviar la (s) tensión (es) interna (as).
Visitas: 5